Life is strange – Ep.1 Crisálida

Tenía una idea equivocada del Life is Strange (LiS) y es que, pese a ver que youtubers famosos lo jugaban y que twitter iba bastante cargadito mi mente optó por ignorarlo, cuando se habla mucho de un juego frecuentemente paso de él… He de admitir que al instalarmelo me eché a la piscina sin saber si contenía agua… por suerte la jugada me ha salido bien.
Mi comparativa, y es que siempre comparo un juego con otro, seria con The Walkig Dead, la aventura gráfica donde en ambos juegos podemos hacer una seré de elecciones que condicionarán el juego. en TWD estas elecciones quitarán de la linea temporal a un personaje o otro, y tendremos diferentes puntos de vista y seguramente algún que otro dialogo diferente… En LiS aun no he podido averiguar como afectarán mis decisiones más allá de caerle bien a alguien o no, principalmente por mis actos, y ahí radica la gracia de LiS.
Mi primera sorpresa, y la máxima así globalizando, ha sido lo de echar atrás el tiempo, y es que mi primera sensación al ver cuatro fotogramas del juego fue la de “me acabo de instalar un juego para adolescentes pseudo-hipster-emos” y la sensación grimosa de “¿que acabo de ponerle a mi pc?”, pero no llegas a ese punto ya que la historia te da una bofetada en el primer acto, donde así del tirón, ya puedes modificar la linea temporal…
Lo de poder rebobinar y corregir tus acciones admito que me ha sorprendido, eclipsa los prejuicios que pudiera tener sobre el juego, y una vez te metes en la historia ya estas enganchado…
Otra cosa es que eches de menos la acción, la sangre, zombis/alienigenas y demás cosas que para mi son fundamentales en loe videojuegos y/o películas, pero esto de probar cosas nuevas siempre me ha salido bastante bien, que para eso tengo cuenta de Minecraft casi casi desde que salió.
Creo que catalogarla de Aventura Gráfica no es justo, ni en este ni en TWD ya que las acciones a realizar son muy muy limitadas, todos recordamos el pasarnos horas combinando objetos unos con otros y probándolos con todos los objetivos posibles recibiendo casi siempre el típico “¡para que voy a hacer eso?” o un simple y llano “¡No!”.
Sigo teniendo una extraña sensación “generacional” con este juego, ya que transcurre en un instituto de un pueblucho americano, donde podríamos repartir los papeles de “al salir de clase” con el reparto del juego, que si musiquita, que si porros, tatuajes, coches de papa, que si mi padrastro viene a echarme bronca… La música encaja a la perfección, una banda sonora de lo más ñoña (muerma me parece excesivo) que va haciendo acto de presencia en cada escena, los pensamientos en voz alta de la protagonista nos meten en su mundo (de lo más depresivo, todo sea dicho) y de fondo, muy de fondo, se nota un toque muy freak con huevos de pascua o como queráis llamarlos, desde una matricula, un póster, un grafiti, etc…
Me terminé el primer episodio del tirón, se me hizo corto (porque lo és) y mi sensación al terminarlo fue: “¡uno por día!” y si puedo cumpliré ese objetivo.