Detroit: Become Human [análisis]
Que un juego nazca de un concepto no nos debería sorprender, seguro que hay cientos de carpetas repletas de animaciones, bocetos y libretas llenas de dibujos con lo que con el tiempo han llegado a ser juegazos, pero mostrar esos conceptos ya es otra cosa, y creo que todos nos quedamos con la boca abierta al ver el corto de Kara, y es que este corto estaba concebido para PS3, allá por principios de 2012…
Aunque el juego no me ha decepcionado, no me ha dejado muy buen sabor de boca ya que no me ha sorprendido, con lo que puede que debiera dividir mi análisis en dos caminos, como este tipo de juegos! Uno sería:
No he jugado a ninguna Aventura Gráfica de este tipo:
Entonces D:BH (Detroit: Become Human) te gustará, puede que hasta te fascine, cada fase te parecerá satisfactoria en nivel de contenido y decisiones, cada vez que llegues a la “tabla de flujo” final te echaras las manos a la cabeza y soltarás un “¿¡porqué no hice esto, o lo otro!?” esta tabla te mostrará en azul las elecciones que has tomado, en gris las que has dejado por hacer o simplemente has omitido y unos candados rojos te mostrarás partes que has desbloqueado (y has usado o no) tales como una pista para hacer una futura pregunta o un camino a elegir gracias a algo que has visto…
Que la aventura se divida en 3 partes que trascurren simultáneamente también es un buen factor a tener en cuenta, la historia se narra en los ojos de Markus, Kara y Connor.
Kara es un androide que ha sido reparada por un incidente en una casa donde habitan un padre y su hija, el principio de Kara es muy evidente y todo lo que pasa huele mal, se respira tensión en el ambiente y las acciones son viscerales.
Markus es un androide asistente de un hombre mayor, todo parece ir bien hasta que las cosas se tuercen al recibir una interesada visita de su hijo.
Con Connor llevaremos la parte de investigación más típica ya que servirá al detective Hank como refuerzo y contacto con el mundo androide para la investigación del grueso del juego, la rebelión de las máquinas, o como etiquetan a los androides rebeldes, los divergentes.
Tendremos fases de investigación, persecuciones, momentos de relax, actos vandálicos, batallas y un sinfín de acciones en un no parar de escenarios futuristas detallados al máximo, una gozada visual que seguramente se nos pase por alto…
Un juego recomendable si no has jugado ni a Heavy Rain, Beyond Two Souls, o conoces las aventuras de The Walking Dead (y parecidas) pero no les has dedicado muchas horas…
Pero…
Ya he jugado a aventuras gráficas de este tipo:
Aquí he tenido un problema, acabo de borrar prácticamente una hoja entera sobre mi ignorancia acerca del juego, os puede parecer mejor o peor, pero acabo de descubrir que el juego tiene varios finales diferentes, todos se unen en ciertas escenas, pero el resultado es diferente dependiendo de como has llegado ahí, acabo de descubrir que podemos dejar morir a un personaje al principio del juego y que hay un 33% del juego que podemos omitir.
He caído en que cada acción sube o baja la reputación/amistad o concepción que se tiene de un personaje, y esto afecta sobre todo al final del juego, podemos ponernos muy tiquismiquis y afirmar que el verdadero abanico del juego se abre en la última hora, y es así, pero os aconsejo la cura de humildad (si se le puede llamar así) que he recibido hace pocos momentos al ver que ciertos personajes sobreviven cuando a mi se me murieron, o ver como efectivamente esos porcentajes de “me caes bien o me caes mal” acaban afectando en la historia…
O cómo puedes cambiar el destino de otros y revelar escenas que puede que no veas jamás… Entonces… ¿Por qué hasta hace poco me parecía un juego mediocre? Algo ha faltado en este juego, algo que hiciera hincapié en que lo que estaba haciendo me llevaría por un camino u otro, más allá de una flecha que sube o baja… y mi reflexión es: ¿no es eso la vida real? ¡Alto! Esta será la única dosis de filosofía barata que os voy a dar…
El final de lo que he eliminado si que lo mantengo, ya que puede que recomiende más o menos este juego, pero en el fondo es una aventura que te exigiría jugaras si te tuviera delante.