The encyclopedia of arcade video games
Supongamos que somos Michael Jackson, tenemos el rancho Neverland y podemos dedicar recursos económicos infinitos para coleccionar recreativas. Disponemos de todo el sitio del mundo donde almacenarlas, pero… cuales compramos? Pues bien, este libro nos ayudará a seleccionarlas y descubrirlas, es un compendio entre las cuales se incluyen las primeras que salieron al mercado, con precio de compra orientativo y todo. Ya llegará el día que nos falte el dinero y tengamos que subastar nuestra colección; pero hasta entonces, disfrutemos jugando.
A los mas jovenes les sonará raro el tema de las recreativas, y prácticamente desconocido el concepto de “sala de juegos”, pero en los albores de la industria del videojuego, cuando no existían consolas en los hogares, este era el medio con el que se introdujeron los videojuegos en nuestras vidas. Estamos acostumbrados a armarios con un tamaño y dimensiones similares, pero en los comienzos cada desarrolladora creaba máquinas con diseños propios, la mayoría de las veces para destacar sobre los de la competencia. Hoy en día es muy raro encontrar estos aparatos, y más en Europa, pero estamos familiarizados con ellos al verlos en los “plugins” del Mame donde se incluyen fotos de los cabinet, marquee, flyers… a que nos suenan estos conceptos?
A pesar de todas las facilidades que ofrece internet, los medios digitales, etc… sigo prefiriendo un buen libro, con sus fotos, su texto, su olor a papel…y este lo es. Me gusta tener en un volumen impreso que puedo coger con mis manos y ojearlo cuando me apetezca, algo que con el tiempo mi hijo podrá disfrutar en las mismas condiciones que yo (sin pensar en actualizaciones ni compatibilidades de formato). Me resisto a dejar el papel, y mientras siga encontrando estos libros, mas lo haré.
Hay algunas recreativas muy raras en este libro. Muchas ni siquiera las conocía, y las que me sonaban, me sorprenden por la cantidad de colores y efectos llamativos que las adornan. Alguien se imagina estas cosas hoy en día? Echo de menos las salas de juegos, a pesar de que casi todas las cabinas fueran iguales, todas tenían alguna “de las raras” que siempre te quedabas mirando con ganas de jugar. Como me gustaría volverme a montar en la del After Burner!! (suponiendo que aguantara mi tonelaje, claro).
Otro buen libro sobre videojuegos de Schiffer, ya tengo unos cuantos. Este si que es un libro de consulta (aunque los precios orientativos de compra son muy poco creibles), o simplemente para pasar horas muertas ojeándolo. Por suerte, tengo una recreativa con varias placas jamma y una NeoGeo MVS, pero me gustaría ampliar mi colección con alguna personalizada (la de Star Wars sería la bomba). Tendré que conformarme con este libro, supongo.
Nota: antes de su muerte, Michael Jackson se vió obligado a vender parte de sus activos para conseguir liquidez para pagar sus deudas. Entre esas ventas, se encontraba una subasta con su colección megalomaníaca de recreativas. Simplemente acojonante. Flipad con lo que tenía.